Realizar un recorrido implica volcar
en un escrito el camino transitado por cada grupo de alumnos, junto al docente,
en un espacio curricular, teniendo en cuenta diversas situaciones. Va mucho más
allá de un registro de temas desarrollados.
“…repensar la enseñanza exige
considerar los saberes a ser
transmitidos en el presente, la relación que promueven esos saberes y los
diferentes itinerarios entendidos como recorridos de trabajo con el conocimiento,
las diferentes formas posibles de agrupamientos de los estudiantes y la evaluación,
en un proceso de mejora de la enseñanza en la escuela secundaria…”
En el Diseño Curricular de la Educación Secundaria, se proponen
recorridos para significar las múltiples posibilidades de tratamiento de los
contenidos, que en otras instancias se han mencionado como ejes. Los recorridos
se asocian a una propuesta más lábil, flexible, ofrece diversidad de
posibilidades para el abordaje de contenidos desde nuevos enfoques, permiten
pensar nuevas dinámicas y movimientos[1]
Para comenzar a hablar de los recorridos didácticos tenemos que comprender que intentamos pararnos frente a una nueva escuela secundaria, que se encuentra frente a una realidad compleja, diversa y cambiante. Recomendamos tener presente: los fundamentos epistemológicos-didácticos de cada disciplina, los diseños curriculares provinciales, las nuevas formas de evaluación, la obligatoriedad de la escuela secundaria, la necesaria inclusión educativa, la igualdad de oportunidades para todos los alumnos y fundamentalmente, el paradigma de la complejidad desde donde trataremos de analizar la realidad actual.
¿Por
qué un recorrido?
En la Resolución 1550/13, citando
textos de Flavia Terigi, se detalla que es
importante superar prácticas y saberes que esperan lo mismo, de la misma manera
y al mismo tiempo en todos los estudiantes, pues estas son formas rígidas,
propias del modelo homogeneizador[2]
(Trayectorias escolares, Res 1550/13 CGE). Entonces las Instituciones
educativas debemos buscar mecanismos de registro del trabajo docente en el
aula, atendiendo esta diversidad de factores que pueden llegar a presentarse en
el aula. Atendiendo a la autonomía Institucional, se solicitan los recorridos
reales realizados en cada Espacio Curricular, de manera trimestral. Se convierten
estos en documentos Institucionales, para permitir conocer el avance de cada
grupo, orientar a futuros docentes en la tarea que deben realizar en función de
lo ya transitado,
Ese registro escrito por el
docente y adjuntado a la planificación muestra un camino real, un recorrido no lineal
que se da en el aula, y es el punto de partida para una readecuación de los
contenidos, si es necesario.
Re
significación de la escuela secundaria:
La podemos representar como un tejido de elementos heterogéneos, inseparablemente asociados que presentan la paradoja de lo uno y lo múltiple[3], a partir de este trabajo que se llevo adelande con la Resignificación, aparecen nuevas concepciones en las Instituciones Educativas:
¿Qué
debe contener nuestro recorrido didáctico?
Entendiendo que esta construcción debe ir más allá del detalle de temas dados, el recorrido didáctico debe ser realizado por sujetos (docente y estudiantes), lleva saberes entendidos como construcción socio-histórica que se elaboran en relación con el otro. Saberes asociados con lo epistemológico, sociocultural y pedagógico, saberes experienciales (historias, condiciones personales), relacionados con la escuela que transita (obligatoriedad, permanencia e inclusión) y los relacionados a la disciplina.
Los componentes de
nuestro recorrido didáctico:
Estrategia de enseñanza: es el conjunto de acciones, procedimientos, técnicas y recursos que el docente combina con un propósito, para lograr ciertos resultados en los aprendizajes.
Experiencias y actividades:
las experiencias educativas son situaciones con significatividad para los
estudiantes, en las que ellos desarrollan distintas actividades que lo
involucran activamente.
Contenidos: entramado de
conceptos, principios, habilidades, valores que propone el Diseño Curricular
para lograr la formación de ciudadanos críticos, comprometidos y solidarios.
Propósitos y objetivos:
los propósitos los concebimos como intencionalidades que orientan las acciones
pedagógicas, aspectos del desarrollo de los estudiantes que hay que fomentar.
Mientras que los objetivos son metas alcanzables.
Evaluación: es una
valoración de los aprendizajes y de la enseñanza.
Tiempos: al hablar de
tiempo, lo hacemos en dos sentidos, uno en referencia a la cronología de los
desarrollos (el tiempo pensado para la implementación), y el otro a los
momentos, etapas o fases del recorrido.